Y si el dinero, tuviera fecha de caducación, para que nadie lo acumulara, para que nadie se afanará tanto por atesorarlo y no disfrutar, lo que con el se puede comprar y sobre todo, el bien que se puede hacer...
Y si el amor no tuviera fecha de expiración y hacer el bien fuera una vocación por todos aspirada y la gratitud la virtud más deseada.
Ah! Si las quimeras fueran esferas y las utopías las sillas donde se sienta el poder, para que sus malos vicios nunca consiga alcanzar.
Ojalá! La amistad y el verdadero amor, adquiriera verdadero valor que tiene en verdad, porque por desvalorarlos no conocemos la felicidad.
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#Pensamientos
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