“Una carta a mi hijo”

 “En La Carrera De La Vida”

(Una Carta A Mi Hijo)

Hijo sabes que la vida pasa tan a prisa, que a veces, apenas me ha dado tiempo para reaccionar.. . Has crecido con tanta rapidez, lo cual no implica que no me he dado cuenta, sino todo lo contrario, te he visto crecer a diario…

Si fue apenas ayer, cuando te vi volar en el comedor creyéndote Buzz Lighter o cuando no había manera que te quitaras el disfraz de Spiderman y mas aun cuando te vestías de saco y corbata para cualquier ocasión o cuando tocaste como nunca mi corazón al verme tan solo y me dijiste, dándome tu manita “No te sientas solo, yo seré tu amigo para siempre”.

Sabes, admiro esa paciencia infinita que tenes, para darle  forma con tus montanas de legos a esos diseños que merodean tu cabeza, te he escuchado tantas veces en las madrugadas armando y desarmando.  Nunca te he pedido que seas el mejor de tu clase (Porque no son los mejores los que llegan, sino los que perseveran hasta el final) pero vos me sorprendes con ese empeñó que tenes de aprender, incluso aquello que supera tu grado escolar y me pregunto cómo alguien que aun no termina de cursar la física Newtoniana puede hablar con tanta propiedad de la física cuántica. 

Me gusta tu individualidad  e independencia, por eso nunca he puesto sobre vos, el peso de pretender, que con tu vida, le des continuidad a la mía o que tengas que hacer, lo que yo por mediocridad o cobardía no realice.  Es por eso que te he estimulado, para que sin egoísmo, penses por vos mismo a fin de potencializar tu intelecto y espíritu.

He tratado de acompañarte en el camino, sin marcarte el destino y lo seguiré haciendo hasta donde vos y la vida me lo permitan. Te he enseñado la responsabilidad que conlleva la libertad, para que ella te aleje de cualquier tipo de sumisión o dependencia. No he escogido por voz, tu equipo de futbol o tu futura profesión, y si he llegado a ejercer, alguna influencia en vos, que Dios me de licencia para que solo sea aquello, que de alguna manera enriquezca tu vida. Sé que en tus genes hay algo de mi locura, pero se subordina a tu cordura.

Han pasado ya los años desde que de mi mano diste tus primeros pasos, hoy llevas prisa, pues la vida te está llamando, yo me voy rezagando… Solo espero que un día te des un recesó y leas con el corazón, lo que aquel hombre, común y sencillo, que se tiraba en el suelo para juagar con vos y que alimento con su imaginación tus fantasías y al que le acariciarte el alma, ese día, en que te escucho llamarlo ¡Papa!

 Oxwell L’bu Copyright ©2013