“A veces la oración...”
A veces, orar es ir contra la corriente, de los pensamientos, incluso de los sentimientos...Pero se sigue rezando y las fuerzas se van mermando y la llama de esa devoción, se va debilitando, hasta convertirse en cenizas.
Se tiene la sensación, de tener la fe hecha trizas, el corazón arrugado y un gran vacío en el alma. Entonces como aguijones, vienen las tentaciones, pero no las de la carne, porque esas uno sabría cómo encararla. Son otras más sutiles y se comienzan por relativizar la vida y te van dejando esa sensación de inutilidad, de pérdida de tiempo y entonces empiezan a sobornar tu voluntad. Luego empiezas a racionalizar y encuentras perfectos argumentos, que te dicen, que rezar es inefectivo e inútil, porque nadie escucha, porque nada cambia. Luego viene el vacío, que muchas veces resulta intolerable, insoportable y el alma termina sucumbiendo a la tentación de abandonar ese tiempo para orar.
Y uno poco a poco se aleja y finalmente termina abandonando, aquello que sostenía la fe y le daba fundamento. Y el alma queda dispersada, abandonada en la nada, porque no se comprendo que en la oración no se trata de sentir, sino saber y que esta es ante todo una batalla.
Oxwell L’bu copyrights 2021
#oracion
No hay comentarios:
Publicar un comentario