“Perdón por el desorden”

 “Perdón por el desorden...”

Aún los vientos invernales, soplan con insistencia, se cuelan por las ventanas, apesar del bello sol...

Y si fui yo, quien al despertar abrí la puerta, harto de respirar el mismo aire, queriéndole dar un toque de frescura a esta vejez prematura.

Fui yo quien abrió la puerta, porque quería darle la bienvenida al nuevo día, sin la apatía con que se pinta el largo invierno. Porque el sol llamó a la puerta y no me pude resistir, le tuve que abrir.

Y perdón por el desorden, fui yo quien abrió la puerta, para que entrara aire fresco a mi guarida y el viento aprovecho, para alborotar mis poesía inconclusa y sacudir a esa musa, que dormida se quedó...

Perdón por el desorden, pero fue el viento quien vino a alborotar y a colocar las cosas en su lugar. Porque que hace, dígame usted? Una canción en un cajón, un poema de amor almacenado en un cuaderno; que hacen esas hojas de otoño en ese libro que no termino de leer, que hace ese fantasma de mujer, para la cual yo ya no soy ni un recuerdo...

Perdón por el desorden, pero fue la forma que encontró la vida, para ponerle orden a mi guarida y mandar a la mierda, aquello que solo ocupa espacio y no sirve de nada.  Perdón por el desorden, pero esos acetatos en el suelo, son discos que deje de escuchar por gastarme el tiempo en el celular, por si alguien me quiere abordar.

Perdón por el desorden, pero este que importa, si a mi nadie me viene a visitar...

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#Desorden