***Por pobre y antojado***

***Por pobre y antojado***

Parafraseando lo que dice

Juanes, en su canción:

“Eso le pasa a uno, por

pobre y antojado.”

No, no me puse la camisa

negra, porque el negro

no va, con el color canela

traumatizante de mi piel.

Verá usted, que no andaba

de cazador, más bien

andaba de vagancia,

sin ponerle a nada importancia.

Pero una chica de esas de revista,

se cruzó por el ángulo de mi vista

y me despertó el antojo,

me sentí galán, me sentí patojo.

La miré y me miró

y cuando yo creí que sonrió,

la mascarilla me arrancó 

y su miopía se curó.

Y me quede allí con mi antojo,

rascándome la cabeza,

como si tuviera un piojo...

Preguntándome en qué carajos

la ofendí, si solo la vi.

Será que con esto de la pandemia,

al buen humor le dio leucemia

y medio mundo anda buscando,

no quién se las debe, sino

con quien desquitarse.

Tiene razón Juenes,

uno de pobre y antojadizo,

anda deseando y sin permiso

y pierde la noción de la distancia 

qué hay entre el cielo y el piso.

En eso estaba pensando,

cuando paró un carro de policía 

y me pregunta por mi mascarilla,

le dije: Se le puse el egipcio,

pues el se expone más que yo.

No se si se ofendió o se rió,

en eso estábamos cuando,

la chica nuevamente apareció

y me dijo: cariño, te traje otra

mascarilla pues la tuya se ensució.

Yo me quede sorprendido,

con el foco prendido,

preguntándome si aquello

era un sueño, cuando 

repentinamente, el policía 

me despertó.

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