“Hablando de ausencias...”

 Hablando De Ausencias...

Sí la ausencia es la negación de la presencia. entonces hay presencias que se disfrazan de ausencia...

Suele suceder que hay presencias, que no se notan o apenas son percibidas; así como hay ausencias que no afectan, que no se sienten.  Hay presencias que se visten de costumbre, pero son las que ponen ese fuego a la lumbre, a pesar de que nadie las valora, pero llega el día en que se desnudan, despojándose de ese vestido confeccionado por rutina y se revisten de ausencia, entonces se siente hasta los huesos ese frío de ausencia...

Hay ausencias que duelen, que arden y hacen sentir un vacío, tan cercano la muerte...Hay ausencias que se empapan de nostalgia y melancolía, hay ausencias que son imposibles de llenar con otra presencia. 

Hay ausencias que nos son ajenas y sin embargo afectan, porque su presencia era un aura en este mundo, eran una luz en la existencia y por lo mismo pasan a ser nuestras…

Pero hablando de ausencias, hay ausencias que hacen que se sienta el corazón desecho y un dolor en el pecho, porque el alma llora y nos ponen a un paso de la muerte. Hay ausencias que se esconden tras una canción y se disfrazan olvido, pero cuando se vuelve a escuchar esa canción, retumba el corazón y el recuerdo se vuelve obsesión al punto que va llenando esos espacios en blanco entre las palabras. 

Hay ausencias que van como un tren en esas líneas paralelas que parecen unirse en el infinito las cuales llamamos tiempo y distancia, pero para unirlas requerimos de la locura de Don Quijote y Sancho Panza. 

Hay ausencias que se celebran porqué en roban oxígeno, nos tapan el sol, además como puede venir algo mejor sino se van, eso es lo peor que nos pudo suceder.

También hay ausencias que hacen que aflore la poesía y surja un canto con ese encanto del recuerdo y tiñe de azul nuestra memoria gris; haciéndonos escribir la más sublime historia.

Hay presencias que se esconden, que parecen no estar y a pesar de no estar, están en todas partes... En el olor que aún se siente en la cocina, en esa silueta que se quedó estampada en el colchón, en el jarrón sobre la mesa, donde ya nadie puso una flor, en el cuadro torcido en la sala, ese que nadie enderezó... En el vestido colgado en el armario que despierta el deseo con el zipper abajo, en los pantis olvidados, en el perfume de esas noches de amor y que tiene el olor de esos encuentros furtivos. 

Hablando de ausencias...

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