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jueves, 1 de junio de 2023

“Nudos ciegos”


 “Nudos ciegos”

28 Entonces Pedro le respondió:

—Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.

29 —Ven —dijo Jesús.

Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. 30 Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó:

—¡Sálvame, Señor!

31 Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo:

—¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?

Mateo 14:28-31

Aquel niño se encontró con aquella ave herida, con delicadeza la tomó, la llevó a su casa y la curó, pero no quería enjaularla, porque aquello le parecía cruel, entonces ató una de las patas con un cordel, para que esta no se fuera. A los días se dio cuenta, que el ave intentaba volar, pero aunque aleteaba no conseguí emprender el vuelo, por más que lo intentaba, hasta que de tanto intento se hirió y murió.

Entonces comprendió, que por sutil y suave que sea aquello que nos ata, no, nos dejará volar, por más que se intente, una y otra vez, y al final esas ataduras con nudos ciegos terminarán minando nuestras fuerzas y nos conducirán a una muerte en vida.

Cuando Jesús llamó a Pedro,  este quiso avanzar hacia Él, ya caminaba sobre el agua y al parecer una fuerza lo detuvo, como se ha dicho una y otra vez su falta de fe, el quitar la vista de Jesús y ponerla en la tormenta, pero no será también que aún tenía ataduras de su pasado, que aún viendo prodigios y milagros, había una atadura, que tenía un nudo ciego que solo la misericordia de Dios podía desatar?

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#misericordia

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