Cuando salí del país de la eterna primavera, nunca me cruzó por la mente, el vivir estas experiencias, lo cierto es que un día de repente, me vi entre montañas de nieve y caminando entre vientos gélidos que calan hasta los huesos, sin importar, cuantos abrigos lleves encima.
No, no tome lo mío como una queja, pues agradezco a Dios por la experiencia, pues El nunca se equivoca. Yo inclino mi rostro y agradezco lo vivido, porque de alguna forma me ha hecho más fuerte y me a llevado a comprender a golpe de experiencia que todo tiene su momento. Hoy vivo como los tulipanes, con intensidad y si contar cuanto la flor de la alegría durará...Me vivo el momento y no me lo pienso mucho, pues total nuestra vida es un suspiró frente a la eternidad.
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#Chicago #winter
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