Voy repasando este año,
que aun no acaba,
como quien repasa la lección
en un libro facultativo.
Tratando de encontrar esas
asignaturas pendientes,
para replanteármelas en el
nuevo capítulo que estoy por empezar.
En ese preámbulo mi pluma azul,
la cual he bautizado en el tintero
de la esperanza, empiezo a escribir
el prologo sin saber cómo empezar.
Sera porque aun no dejo de repasar,
todos esos hermosos momentos,
que dejaron un sabor dulce en mi boca
y que me provoca evocarlos.
Con el corazón lleno de gratitud,
esgrimo las primeras letras,
que aun no forman una palabra,
mientras los versos empiezan a levitar.
Se bien que no soy letrado, ni un hombre
consagrado en la literatura…
Sin pretender una impostura,
ni describir una caricatura.
Con el corazón de poeta,
escucho en el amanecer la corneta,
que llama a las filas de la vida,
donde se forman los guerreros.
Que no se conforman con observar
desde la trinchera….
Si no se la juegan como otra cualquiera,
que quiere ser protagonista de la vida.
Veo las 365 páginas en blanco frente a mí,
y mi pluma azul se muere por devorarlas,
por escribir sobre ellas la poesía de la vida,
las historias que son hijas de la memoria.
¡Ojala! Me alcance la tinta,
porque aun queda tanto por escribir,
que en un libro no lo alcanzaría
a resumir…Por eso escribire VIDA.
Oxwell L’bu copyright2014
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