No te fíes del tiempo,
que este no se deja poseer,
usualmente gana la partida,
crea distractores, enturbia
el panorama y hace con
la vida un drama.
Sin importar, cuantos años tengas
o cuantos activos creas poseer,
el te hará perder,
sin tener la posibilidad
de la revancha.
Porque el tiempo
juega con cartas marcadas,
marcadas con la inocencia
durante la niñez.
la demencia durante
la adolescencia
y la falta de experiencia,
de la juventud.
Y cuando crees
que algo has aprendido,
el muy forajido,
se saca un haz
de la manga.
Por eso deja de postergar,
deja de pensar que luego
tendrás tiempo...
Deja de esperar el
mejor momento
o que la suerte esté
de tu lado.
Para cuando eso pase,
si es que pasa, ya el tiempo
te habrá ganado la partida
y la vida te estará dando
despedida.
Por eso aprende sobre
la marcha, ten criterio
para priorizar;
no le permitas a lo urgente
ocupar el lugar,
de lo que realmente importa.
Ama con intensidad,
ríe como un loco,
canta como un grillo,
brilla como una luciérnaga
y sobre todo vive
agradecido.
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