“Simon, Me amas?”
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos” Juan 21-15
Me amas? Una pregunta fácil y tan difícil de responder... Porque el amor nos trasciende, es más que un sentimiento o una emoción o esa pauta que nos pone en acción, para demostrarlo y sustentarlo. El amor escapa a nuestras definiciones y emociones. Sería tan fácil responder con un si o un rotundo no.
Pero responder así, sería restarle a lo que a raudales brotó del corazón.
Simon, Me amas? Esto le pregunta Jesús al apóstol, a quema ropa, así sin títulos( no lo llama Pedro), con su presente y pasado (hijo de Jonás) con toda su historia, con aquello que flagela su memoria y corazón (Sus negaciones), Me amas?
Y esa sigue siendo, la pregunta de Jesús, no nos pregunta por nuestras fallas, ni nos pide explicaciones. Nos lo pregunta a quema ropa y nos despoja de los títulos, que otros o nosotros nos amos colgando, nos lo pregunta sabiando El, cual es nuestro presente y pasado, cuantas veces sin abrir los labios lo hemos negado, no nos pregunta en qué hemos fallado o en qué si hemos acertado. Porque El nos conoce y aunque sabe lo que está en nuestro corazón, quiere escuchar de nosotros la respuesta, para revelarnos la misión.
Oxwell L’bu
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos” Juan 21-15
Me amas? Una pregunta fácil y tan difícil de responder... Porque el amor nos trasciende, es más que un sentimiento o una emoción o esa pauta que nos pone en acción, para demostrarlo y sustentarlo. El amor escapa a nuestras definiciones y emociones. Sería tan fácil responder con un si o un rotundo no.
Pero responder así, sería restarle a lo que a raudales brotó del corazón.
Simon, Me amas? Esto le pregunta Jesús al apóstol, a quema ropa, así sin títulos( no lo llama Pedro), con su presente y pasado (hijo de Jonás) con toda su historia, con aquello que flagela su memoria y corazón (Sus negaciones), Me amas?
Y esa sigue siendo, la pregunta de Jesús, no nos pregunta por nuestras fallas, ni nos pide explicaciones. Nos lo pregunta a quema ropa y nos despoja de los títulos, que otros o nosotros nos amos colgando, nos lo pregunta sabiando El, cual es nuestro presente y pasado, cuantas veces sin abrir los labios lo hemos negado, no nos pregunta en qué hemos fallado o en qué si hemos acertado. Porque El nos conoce y aunque sabe lo que está en nuestro corazón, quiere escuchar de nosotros la respuesta, para revelarnos la misión.
Oxwell L’bu
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