“De la noche de la fe al amanecer del Amor”
Voy caminando en la penumbra, entre luces y sombras; entre momentos que se cubren de gloria y otros con las sombras de los fracasos, pero sigo sus pasos, confiado seguro, sabiendo que todo lo acontecido tiene un sentido, aunque para mi de momento sea insondable.
Avanzar en medio de días lúgubres, donde una densa neblina cubre el horizonte, donde la vida parece haber muerto en ese desierto, en el que nos hace caminar la fe. Hasta llegar a sentir que ese desierto pudo ser la tumba, pues hasta el alma sentía que sucumbía.
Pues mi corazón siendo tan pequeño, es como un pozo de infinita profundidad, que es imposible llenar con todas esas cosas finitas, por las que me afano, tal esfuerzo es en vano, porque solo lo infinito e inefable puede llenar semejante vacío.
A veces por debajo de las cenizas grises, parece que dicho fuego se ha consumado, pero basta un rayo de nostalgia, para que vuelva arder con mayor intensidad, esa fe que arde como leño en la hoguera de su Amor. Esa dulzura embriagadora de su presencia, es como un vaso de agua fresca luego de atravezar ese desierto, es primavera con sus mil matices, es noche estrella con brisa fresca, repleta de estrellas.
Si así de intensa y abrumadora es la noche de la fe, pero más intenso es el amanecer de lAmor.
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#Delanochedelafealamanecer
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