Cuando nos quede grande la casa

 “Cuando la casa nos quede grande”

cuando la casa nos quede grande, cuando sobren habitaciones y lugares en la mesa, cuando los días traigan pocas sorpresas.

Cuando la casa parezca un desierto y no haya que pelear, porque se quedó la luz prendida, cuando todo esté y permanezca ordenado, cada pajarito habrá  volado.

Cuando la casa nos quede grande y el refrigerador permanezca inerte, quizás se abra congelado el tiempo aquí adentro, aunque afuera siga transcurriendo.

Cuando nos quede grande la casa y ya nadie nos venga a visitar y el teléfono no suene y en el correo solo llegue lo de siempre, cuentas por pagar y cosas que nos quieren hacer creer que necesitamos, cuando en realidad, lo único realmente necesario será tener con quien compartir lo que nos quede de vida.

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