***Soledades***

***Soledades***
Si hablo de soledad,
no me crea deprimido
y con el corazón partió.

Fíjese que no...
Porque la soledad y yo,
nos conocemos desde
aquellos días de infancia.

Y casi siempre ha sido
buena compañía;
Sobre todo porque en sus labios
nunca hay reclamos y reproches,
es ella quien me besa en las noches.

Sabe, ella no evoca, esas cosas
dolorosas para construir heridas,
por el contrarío, procura a diario,
recordarme lo feliz que he sido
y por lo mismo vivo agradecido.

Cuando habló de soledad,
no me crea solo,
porque en realidad aún sin
pretenderlo, siempre estoy,
bien acompañado.

Es que yo vivo de la vida enamorado
y es en esos momentos de soledad,
cuando la inspiración me besa en la boca,
al punto que más de una vez,
he sentido que me da un infarto.

Si, tengo una vida poblada de ausencias,
que cuando me pongo a recordar,
se llena de presencias, de amistades
entrañables y de amores inolvidables.

Por eso cuando hablo de soledad,
no me refiero a esas soledades,
que hacen sufrir...
Sino a las que evocan esos momentos,
por los que uno se aferra a la vida.
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