Cuando éramos niños soñábamos con crecer, hoy que nos vemos envejecer, soñamos con volver...
Detengamos un momento, porque cada edad tiene su encanto, cada etapa tiene su magia y la vida está hecha de la sumatoria de momentos en los que se escribe nuestra historia.
SI hemos de mirar atrás que sea para recapitular todo lo hermoso que hemos vivido y para que descubrir que nuestra vida ha tenido propósito y sentido. Si miramos al futuro que sea con la esperanza de saber que lo que hacemos hoy repercutirá en nuestra vida.
Pero sobre todo entreguemos a este momento, único e irrepetible, porque es como un diamante en bruto, que requiere de nuestra entrega y total dedicación para mostrar ese brillo que se parece al de las estrellas en el firmamento.
Si, la vida no es fácil, pero tampoco tiene que ser un tormento, lo que pasa es que a lo que tiene realmente valor lo subvaluamos frente a esas cosas a las que el consumismo les ha puesto precio.
Pero cada momento vivido no tiene precio, porque llegará el día en que nos falte tiempo y ni con todo el dinero y bienes que hayamos acumulado, podremos comprar un momento, ese momento que quizás en este momento estamos dejando ir...
O well L'by copyright 2017
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