Para Recivir La Navidad...
Yo no quiero pelear con el presupuesto, yo no me quiero endeudar y luego irritar, por lo que no pude comprar...Yo no me quiero emborrachar, para luego no recordar lo que viví; yo no quiero andar de tienda en tienda, si yo se que la mayor encomienda, es hacerle un espacio en el corazón al Redentor.
Me gustan las lucesitas de colores, me gustan los tamales, los aromas y sabores de la navidad, me encanta diciembre y esa algarabía de las celebraciones y ese compartir que hace a la soledad huir.
Recuerdo que hace algunos años la navidad, no la iniciaba el calendario comercial, ese que nos invita a quemar etapas, para que siempre añoremos y compremos...La navidad se iniciabamos, con la llamada quema del diablo el 7 de diciembre, que no era más que una manifestación exterior del interior, de despojarse y poner en la hoguera, todo aquello que nos puede apartar del amor y que no permitiría que nazca el Redentor, en nuestros corazones. También el adviento, que es esa espera con María, es esa preparación para recivir al hijo del hombree n nuestra vida. Las posadas introducidas a Guatemala por el Hermano Pedro y de allí a todo el continente que nos invitan a tener esa actitud de penitente con alegría . Todo tenía un sentido y significada, hasta que el consumismo lo fue desviando y desvirtuando en pos de la ganancia y la usura y eso es impostura.
Y yo no quiero un gran pastel, si el gran ausente es Enmanuel(Dios con nosotros ), yo quiero muchas navidades como dice, literalmente, la canción de Salvador Gomez "Cuando dos que no se hablaban, se encuentran es navidad...Navidad de papel,navidad de cartón, navidad de lucesitas y estrellitas de color, esa es una navidad de fantasía y nada mas, pero hay otra navidad, que es la de Dios..." Esa es la navidad que yo quiero vivir, esa navidad de Dios, esa navidad en la que el espíritu se renueva, esa navidad que nos acerca y nos permite redescubrir, lo que realmente importa en la vida.
Oxwell L’bu Copyright © 2016
Yo no quiero pelear con el presupuesto, yo no me quiero endeudar y luego irritar, por lo que no pude comprar...Yo no me quiero emborrachar, para luego no recordar lo que viví; yo no quiero andar de tienda en tienda, si yo se que la mayor encomienda, es hacerle un espacio en el corazón al Redentor.
Me gustan las lucesitas de colores, me gustan los tamales, los aromas y sabores de la navidad, me encanta diciembre y esa algarabía de las celebraciones y ese compartir que hace a la soledad huir.
Recuerdo que hace algunos años la navidad, no la iniciaba el calendario comercial, ese que nos invita a quemar etapas, para que siempre añoremos y compremos...La navidad se iniciabamos, con la llamada quema del diablo el 7 de diciembre, que no era más que una manifestación exterior del interior, de despojarse y poner en la hoguera, todo aquello que nos puede apartar del amor y que no permitiría que nazca el Redentor, en nuestros corazones. También el adviento, que es esa espera con María, es esa preparación para recivir al hijo del hombree n nuestra vida. Las posadas introducidas a Guatemala por el Hermano Pedro y de allí a todo el continente que nos invitan a tener esa actitud de penitente con alegría . Todo tenía un sentido y significada, hasta que el consumismo lo fue desviando y desvirtuando en pos de la ganancia y la usura y eso es impostura.
Y yo no quiero un gran pastel, si el gran ausente es Enmanuel(Dios con nosotros ), yo quiero muchas navidades como dice, literalmente, la canción de Salvador Gomez "Cuando dos que no se hablaban, se encuentran es navidad...Navidad de papel,navidad de cartón, navidad de lucesitas y estrellitas de color, esa es una navidad de fantasía y nada mas, pero hay otra navidad, que es la de Dios..." Esa es la navidad que yo quiero vivir, esa navidad de Dios, esa navidad en la que el espíritu se renueva, esa navidad que nos acerca y nos permite redescubrir, lo que realmente importa en la vida.
Oxwell L’bu Copyright © 2016
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