*** Embriaguez***
Me empine, la botella del vino
de mis vivencias y me embriague
de nostalgias...
Nostalgias por los que ya no están,
por los que han partido.
Porque aunque volviera a vivir
momentos así, les faltaría,
ese toque de su grata presencia;
pero hay que buscar consistencia
y vivir agradecido, sintiendo cada
latido del corazón.
Hay que vivir de frente a la vida
y no caer en la tentación,
de quedarse en el pasado,
navegando entre recuerdos;
pues tenemos frente a nosotros,
un mar por navegar y una barca
que no espera...
Por eso cada día al despertar,
después de soñar,
doy ese primer paso con fe
y camino con la esperanza,
de quien sabe que hoy es
un bien día, para comenzar de nuevo.
Me esfuerzo por seguir, el consejo
de la abuela: “Procuré que su felicidad,
no tenga que salir a comprarla y en lo
posible que esta no dependa de nadie,
que no sea usted.”
Se que es más fácil, evocarlo,
que vivirlo, pero no claudicaré
en la lucha y renovaré ese compromiso
conmigo mismo en la ducha.
Porqué que padre, no es feliz,
viendo que sus hijos disfrutan
de lo que les ha proveído y son
felices, sin compararse con nadie;
cuanto más, el Padre Celestial,
que nos provee día a día,
con lo que realmente necesitamos.
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