*Alguna vez, una amiga entrañable (conversando sobre la vida, el tiempo y su significado) me dijo: La vida es como una moneda de oro, la cual puedes gastar como quieras, pero una sola vez y sin derecho a pedir el cambio. Menos mal la escuche en tiempo y el creador me dio la humildad para no querer ganar esa conversación con mis argumentos inútiles.
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