“El poder de perdonar”
Al dar el Espíritu Santo a su apóstoles, Cristo resucitado les confirió su propio poder divino de perdonar los pecados: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" (Jn 20, 22-23).
Encontrarse con una cruz y un rosario, no es algo que sucede a diario y menos en el lugar menos esperado, donde el viento sopla libremente y muchos pasan indiferentes…
Después de correr, en el parque busqué un lugar, donde meditar, donde descansar y aunque el césped aún no reverdece, me tire sobre el para ver el cielo y al bajar un poco la vista, mire esa cruz y un rosario, que “alguien” con alguna intension colocó allí, en el tronco de un árbol.
Y puede ser una casualidad o bien una “causalidad” pero en verdad, en ese momento pensaba en cuál es el poder más grande con el que Dios a dotado al hombre. La respuesta inmediata podría ser: el libre albedrío, la capacidad de amar y crear, pero al ver la cruz entendí que era la de perdonar.
Porque sin perdón no se puede amar, sin perdón la libertad es una jaula y la capacidad de crear, un regalo atrofiado…
Es por eso que el mismo Jesús en su ministerio instituyo la gracia y la misericordia sobre la ley y les dio a sus seguidores el poder de perdonar.
Porque habrá poder más grande en esta tierra, que aquel que libera, que permite la reconciliación y es el leño que arde, para que se manifieste la llama del amor…
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#elperdon
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