***Los besos de la soledad***
Desde el momento en que nací,
me beso, para darme la bienvenida,
pero su beso me erizo
y por lo mismo el niño lloró.
Me prendí del pecho de mi madre,
para escaparme de sus brazos
fríos y sin carnes, no se ofendió,
me sonrió.
Mis juegos infantiles,
muchas veces acompañó
y si que sabía jugar,
siempre me dejo ganar.
Al ir creciendo ella seguía allí,
fue ella quien me plantó el primer
beso, cuando desperté a la pubertad,
en un mes de abril.
Fue ella quien escuchó embelesada
mis primeros versos, esos intentos
de poesía y fue ella quien acompañó,
con sus murmullos, mis primeros
intentos de canción.
En mis años de juventud,
nunca me reprocho con quien
andaba, más bien me esperaba,
con sus besos escurridizos
y sus brazos fríos.
Hoy en el otoño de mi vida,
es ella quien cura las heridas,
que me dejaron, quienes
me olvidaron...
Es ella quien me sigue esperando
en esa habitación, metidita
en algún rincón.
Ella sigue aquí, conmigo y sin mí
y se que cuando la vida me de
despedida, ella tomará con un beso
mi último aliento y se quedará
abrazada a mi.
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