***Infidelidades a la soledad***
La vida a veces es como un túnel,
donde se camina, solo entre sombras,
sombras que dibujan tus temores,
temores que espantan hasta tu propia sombra.
Y en estos laberintos de la vida,
vaya sino he pasado por allí,
de forma recurrente...
Me he perdido, me he extraviado
como un niño en una gran ciudad.
Y ella ha llegado y me ha tomado
de la mano, sin decir nada,
sin reproches, ni la típica frase:
Ya vez te lo dije.
He sentido la frialdad de su mano
y ella se ha aferrado a la tibieza de la mía,
se ha recostado en mi hombre,
sin preguntarme, si quiero o no
su compañía.
Ha acompañado mis versos,
que nacen cuando cae la tarde,
a cantado junto a mi, mis canciones,
ha llorado conmigo, cuando me
llegan esos recuerdos y emociones.
Incluso ha rezado conmigo,
me ha visto en esas batallas espirituales,
en las que he perdido, pero no he
dado por vencido.
Al caer la noche, se ha metido en mi cama,
lo sé, porque al amanecer he visto su silueta,
en el colchón...
Es ella quien con su frialdad ha apagado,
el fuego de mis pasiones, me ha besado
y ha sentido ese sabor a hiel.
Si, he sido infiel y de forma recurrente,
sin propiciarlo y sin desearlo,
le he sido infiel, a esa dama que se
adueña de mi cama y camina de mi brazo.
Es ella quien conoce mis suspiros,
es ella mi cómplice en esta vida
y quien sabe de esa herida,
que deja la ausencia...
Si, le he sido en fiel,
a la dama más fiel,
de quien nunca escuchó reclamos,
de quien no dice frases hirientes,
ni murmuraciones entre los dientes.
Es en esas infidelidades con la soledad
donde florece con todo su esplendor, mi verdad...
Y es que sin ti, yo puedo ser feliz,
pero solo tú le das plenitud a mi existencia
por eso te espero con paciencia.
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