Al parecer, para las nuevas generaciones, antes de los celulares, no existía vida en el mundo, por lo menos, no una vida que fuera divertida y mereciera ser vivida...Se creen que la ciencia, el conocimiento y la diversión se resumen en una pantalla, que presenta verdades a medias y verdades virtuales.
Pues ahora es inconcebible, conocer personas en un parque, en una fiesta, porque todas las relaciones empiezan y terminan en el mentado celular. Y pensándolo bien, en esta era de tecnología y redes sociales, parece ser verdad, pues a donde quiera que uno vaya, ya sea a comer, a un concierto, un parque, una reunión, una fiesta, incluso en la iglesia, la mayoría tiene el celular en mano o están pendientes de una vibración o un sonido que llame su atención. Siempre buscando acercarse a los que están lejanos y distanciándose de los que están junto a ellos. Siempre evadiendo la realidad que se vive por una realidad virtual. Siempre posteando lo que se come, se hace o de lo que se es testigo.
Pero AC, antes del celular también había una vida, no se si mejor o peor pero lo cierto es que era emocionante, apasionante y llena de “Momentos inolvidable que aunque nunca posteamos, si los llevamos atesorados en el corazón.
DC después del celular, tengo alguna noción de lo que vendrá y no creo con toda sinceridad que lo quisiera experimentar. Más para los que nacimos antes del celular y vivimos esa época maravillosa y ahora disfrutamos del celular y sus ventajas, podemos decir que conocemos los dos mundos y podemos optar, por el que a nuestro parecer tiene más sentido y acelera los latidos de nuestro corazón.
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